El contencioso del gas entre Rusia y Ucrania se transformó en varita mágica para el ministro de Economía alemán, el ultraconservador Michael Glos, para exigir una vuelta atrás en la política de abandono nuclear iniciada por el Gobierno de Gerhard Schröder. Glos insistió en revisar el calendario para prevenir dificultades y agregó que el tema centrará el debate de la próxima cumbre entre la cancillera, Angela Merkel, y los representantes de los consorcios del átomo.

El Gobierno de Schröder acordó, en su primera legislatura, el cierre de 21 plantas atómicas existentes entonces, pacto que se debería respetar según los acuerdos de la gran coalición. G. C.