La presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, tiene todo a su favor para convertirse en candidata de la oposición y ganar las elecciones anticipadas propuestas por el canciller Gerhard Schröder, tras la debacle electoral sufrida por el Partido Socialdemócrata (SPD), en el estado de Renania del Norte-Westfalia (RNW).

La derrota del SPD en ese importante estado desplazará el peso político del Bundesrat (Cámara alta) a favor de la oposición, que podrá de esta forma bloquear todas las leyes. Por ello, la directiva del Partido Socialdemócrata aprobó por unanimidad convocar las elecciones el próximo otoño. Para ello, Schröder se someterá a un voto de confianza en el Bundestag (Cámara baja) antes del 1 de julio. Ello permitirá la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones.

Schröder informó ayer al presidente alemán, Horst Köhler, de cuáles son sus planes. Luego recibió en la cancillería a la propia Merkel y al jefe de los diputados liberales en el Bundestag, Wolfgang Gerhardt.

APOYO DE LOS RIVALES El ministro presidente del estado de Hesse, Roland Koch, así como el popular ministro presidente de Baja Sajonia, Christian Wulff, que aparecían como únicos rivales internos de Merkel en la CDU, anunciaron ayer su apoyo a la presidenta del partido, una alemana del Este que saltó a la política de la mano del excanciller Helmut Kohl, después de la reunificación del país.

"Naturalmente, Merkel será la candidata y yo no conozco a nadie en la CDU que opine de forma diferente", afirmó Koch, uno de los políticos democristianos más influyentes. La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) señaló, a través de un portavoz, que no "opondrá resistencia a la candidatura de Merkel".

La designación oficial de Merkel deberá tener lugar el 30 de mayo, en una reunión de las cúpulas dirigentes de la CDU y la CSU. Ambas formaciones se preparan para una campaña electoral que pondrá en primer plano "el tema del desempleo", informó Merkel tras una reunión de la presidencia de la CDU.

Los primeros estudios demoscópicos divulgados ayer demuestran que la presidenta de la CDU cuenta con respaldo suficiente para ser la primera mujer que asuma la jefatura del Gobierno alemán. El director del prestigioso instituto Forsa , Manfred Güllner, consideró que "es muy alta la posibilidad de que la coalición rojiverde pierda las elecciones". El politólogo Jürgen Walter, de Gotinga, coincidió con Güllner y añadió que, "para la coalición rojiverde, la carrera está perdida".

CRISIS INTERNA Y mientras la oposición exhibe unidad, desde las filas del SPD surgieron ayer duras críticas a Schröder. La diputada socialdemócrata Sigrid Skarpelis-Sperk exigió un "cambio de política, después de comprobarse que la de Schröder no tiene aceptación en la población". Dirigentes sindicales y de la Juventud Socialista (JUSOS) pidieron "acentuar la lucha contra el capitalismo salvaje y hacer una política diferente a la de los conservadores".

En la misma dirección opinaron varios dirigentes del partido Los Verdes, que designó al ministro de Exteriores, Joschka Fischer, como candidato a canciller. "El electorado está llamado a decidir entre dos direcciones: la justicia social o el radicalismo de mercado", dijo Fischer. Como si estuviera ya en campaña, también el canciller Schröder, que será el candidato del SPD, fustigó "el capitalismo radical" de la oposición conservadora.