El otro gran desafío para Occidente en la cuestión nuclear lo constituye Irán. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, rechazó ayer la propuesta occidental de que Teherán "congele" su programa nuclear a cambio de la renuncia a nuevas sanciones internacionales, y descartó también cualquier tipo de negociación con las grandes potencias sobre dicho programa. El mandatario iraní propuso en cambio la celebración de un debate en la ONU con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "sobre los problemas del mundo", pero sin abordar la cuestión nuclear.