Un gran número de policías y gendarmes franceses intervinieron ayer, con tanquetas blindadas, para desbloquear el puerto de Ajaccio, en la isla de Córcega, y las terminales petroleras del puerto de Marsella, instalaciones ocupadas por los huelguistas que protestan por la privatización de la naviera pública Sociedad Nacional Córcega-Mediterráneo (SNCM).

Esta nueva demostración de fuerza del Gobierno francés estuvo precedida por la liberación de los cuatro marineros detenidos tras el secuestro del barco Pascal Paoli , lo que no logró calmar los ánimos. Un policía resultó herido grave en una manifestación en Bastia, cuando fue golpeado por un grupo de manifestantes y luego arrojado a las aguas del puerto.

Al grito de Libertad , una multitud concentrada en el aeropuerto corso de Bastia recibió a los marineros, que pidieron moderación a los manifestantes. Más de 15.000 turistas que llevan varios días bloqueados en la isla acudieron en masa al puerto de Ajaccio a la espera de poder volver, por fin, al continente.

El ministro de Economía, Thierry Breton, confirmó ayer, por su parte, la privatización de la SNCM