El desalojo del centro juvenil alternativo Ungdomshuset ha desencadenado una ola de violencia por todo el centro de Copenhague que ya suma cerca de 600 personas detenidas en tres días de altercados. En la batalla campal del viernes por la noche fueron detenidos 200 jóvenes y ayer por la mañana otros 90, en varios registros domiciliarios.

La policía decidió ejecutar el jueves la orden de desalojo de la casa, en el barrio de Nörrebro, donde hay más inmuebles ocupados. Un millar de personas de movimientos alternativos, okupas y miembros de grupos autónomos (extrema izquierda) trataron de evitar el desahucio del centro underground, que llevaba 25 años funcionando. Luego, se manifestaron para criticar el desalojo, protestar por la venta del edificio a una iglesia cristiana fundamentalista y denunciar la contundencia policial.

HELICOPTERO Y GASES Fuentes de los okupas difundieron a través de internet que los agentes lanzaron gases por las ventanas y que usaron un helicóptero para asaltar la casa de Nörrebro. Según esas fuentes, se llevaron detenidos a 35 personas.

Tras el desalojo hubo lanzamientos de cócteles incendiarios, piedras, botellas y adoquines contra los agentes de policía, que arrojaron gases lacrimógenos y usaron sus porras.

La violencia se extendió por toda la barriada de Nörrebro y por las proximidades del ayuntamiento, situado a unos dos kilómetros. En esa zona se registraron violentos enfrentamientos entre manifestantes, que levantaron barricadas, y policías durante el viernes por la noche. Algunos automóviles fueron incendiados y otros resultaron con importantes desperfectos.

Un grupo de radicales entró en el llamado Estado Libre de Cristiania, un barrio céntrico creado en 1971 por personas del movimiento hippy , al que se agregaron anarquistas. Los extremistas, defensores de la ocupación del centro Ungdomshuset, asaltaron un colegio y destrozaron su interior en Cristiania.

LOS REFUERZOS La policía de Copenhague, que recibió refuerzos desde toda Dinamarca, subrayó que entre los detenidos hay muchos extranjeros, en su mayoría alemanes, aunque no precisó la cifra. Según la versión oficial, pese a la gravedad de los disturbios solo se registró un herido, un manifestante que resultó alcanzado por un adoquín. Los disturbios duraron horas.

Las protestas en Copenhague se vieron acompañadas por manifestaciones de adhesión de jóvenes radicales en otras ciudades europeas, principalmente en Alemania. En Berlín, el complejo arquitectónico que alberga las embajadas de Escandinavia, entre ellas la de Dinamarca, fue protegido por un amplio dispositivo policial.

ULTIMA PROTESTA Anoche, la zona próxima al Ayuntamiento fue escenario de nuevas protestas, que se iniciaron de forma pacífica. Unas 2.000 personas desfilaron bajo pancartas en las que se podía leer Salvaguardar la casa de los jóvenes y Lucha para el derecho a la diferencia.

Uno de los participantes, el portavoz de la lista de la Unidad (excomunista, en la oposición), Line Barfoed, responsabilizó a la policía de la escalada de violencia "contra ciudadanos solidarios de los jóvenes". También reclamó al alcalde de Copenhague "una solución política a la crisis actual" tras el desalojo.

Sin embargo, todo apunta a que la casa tendrá otro uso. La ha comprado la comunidad fundamentalista cristiana Faderhuset (la casa del Padre), no reconocida por la Iglesia católica oficial.