Francia estrenó ayer el sistema de voto electrónico con protestas, denuncias y desconfianza en algunos de los colegios electorales. 1,5 millones de los 44,5 llamados a votar lo hizo a través de máquinas electrónicas. Varios colegios electorales registraron problemas entre el electorado de más edad, que no se adaptó a las nuevas tecnologías, cosa que provocó largas colas para poder votar y el descontento de muchos de los votantes franceses. El soberanista Philippe de Villiers calificó el sistema de "máquina de hacer trampas".