Rafic Hariri, exprimer ministro, multimillonario, reconstructor de Beirut, amigo de los saudís, partidario de la salida del Ejército sirio del Líbano, favorito en las elecciones del próximo mes de mayo... era asesinado el lunes con un coche bomba. Todo el mundo ve una mano interesada, pero ni tan sólo Al Qaeda asume el crimen y George W. Bush pide que actúe el Consejo de Seguridad de la ONU.

El laberinto sirio-libanés lleva más de 60 años sin salida. ¿Quién mueve los hilos del nuevo episodio de desestabilización? ¿A quién beneficiará?

*Catedrático de Historia.