Nada hará que Washington renuncie a ocupar Irak y a apropiarse de su petróleo. Pero la crisis provocada dejará unas secuelas difíciles de borrar. El último error ha sido esa propuesta para la galería de que los máximos dirigentes se reúnan en el Consejo de Seguridad, opción que EEUU rechazaba, y De Villepin lo sabía de antemano. Mientras, los rusos regatean su ayuda a Washington dando alas a los franceses, a los que quizá dejarán solos en el último momento. Tampoco veo a China atreviéndose a enfurecer al final a los americanos, cuyos capitales necesita y que pueden verse tentados a apoyar movimientos secesionistas internos. A Blair le empiezan a abandonar algunos altos cargos... La Casa Blanca está intratable hasta la histeria; los franceses, con la brújula enloquecida proponiendo cualquier cosa; Blair, con la sublevación en casa, y los cuerdos de este mundo lamentando la obstinada mediocridad de sus dirigentes que han llevado al mundo al caos. Todo desmesura.