La policía italiana detuvo el domingo en Nápoles al profesor, juez honorario y experto en seguridad, Mario Scaramella, de 36 años, que fue el último contacto público que mantuvo en Londres el exespía ruso Alexander Litvinenko, antes de morir el pasado 23 de noviembre por envenenamiento radiactivo de polonio-210. Scaramella, que se encuentra bajo investigación por el tribunal de Roma por supuesto tráfico de armas y violación de secretos, acababa de llegar a Nápoles para celebrar las Navidades con su familia.

Scaramella fue detenido a primera hora de la tarde, en el aeropuerto napolitano de Capodichino, por la policía antiterrorista.

El caso del enigmático profesor italiano saltó a las primeras páginas de la prensa y de los informativos de todo el mundo, cuando se supo que era la persona que había acompañado a Litvinenko en la que fuera su última comida pública. Por esta razón, en las primeras horas se le consideró como sospechoso de ser el autor del crimen. La cita, establecida a petición de Scaramella, tuvo lugar en un restaurante japonés muy conocido en Londres, donde ya se habían visto otras veces, aunque el profesor italiano no probó bocado.

El pretexto de la reunión era cotejar una lista de personas que, según el italiano, eran objetivos de atentados por parte de una organización rusa.