Los carabineros italianos detuvieron hoy en la sureña ciudad de Reggio Calabria al mafioso Pasquale Condello, de 57 años, considerado el gran capo de la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, al que la policía buscaba desde hace 18 años.

Condello, según la policía italiana uno de los mafiosos más peligrosos, fue detenido por los carabineros (policía militarizada) cuando se encontraba en una casa del barrio de Pellaro, en el centro de la ciudad calabresa, junto con otras tres personas, que también han sido arrestadas. Se trata de Giandomenico Condello, de 28 años, sobrino del capo; Giovanni Barilla, de 30, yerno de Condello, y otra persona que no ha sido identificada porque en el momento de la detención no llevaba documentos.

En la operación policial participaron un centenar de carabineros, que, camuflados, rodearon dos edificios del barrio de Pellaro. En el momento de la detención llevaba una pistola, pero no hizo uso de la misma, según fuentes policiales.

Condello era buscado por la policía desde el 18 de noviembre de 1990 y acusado de homicidios, extorsiones, tráfico de armas y otros delitos. Está condenado a cuatro cadenas perpetuas y a 22 años de reclusión por homicidios y pertenencia a banda de malhechores.

"Es la enésima extraordinaria operación contra la criminalidad organizada. Condello era el boss número uno de la 'Ndrangheta y los investigadores lo consideraban el Provenzano (Bernardo Provenzano, el gran capo de la Cosa Nostra siciliana detenido en abril de 2006) de Calabria y al igual que Provenzano ha acabado en prisión", dijo con gran satisfacción el ministro de Interior, Giuliano Amato. Provenzano fue detenido tras permanecer 43 años fugitivo de la justicia. Esos años los pasó siempre en Sicilia. Amato añadió que hoy es "un gran día" para Calabria y para la lucha contra la criminalidad mafiosa.

Un pasado demasiado turbio

Nacido en Reggio Calabria el 24 de septiembre de 1950, Pasquale Condello estaba fugitivo de la justicia desde hacia once años. Denominado "el Supremo" de los clanes mafiosos de Calabria, Condello participó en la primera y segunda guerra entre bandas mafiosas de la región sureña, que dejaron más de mil muertos de la mafia en la década de los años 80.

Aliado primero del clan de los De Stefano y después del de los Imerti, mediante matrimonios y otras relaciones familiares, Condello logró sobrevivir a las guerras entre clanes de aquellos años y mandaba un grupo que ofrecía protección a los capos y reciclaba dinero negro. Según los investigadores, en aquellos años logró crear un imperio valorado en 50 millones de euros, entre inmuebles, muebles y otras actividades comerciales, que realizaba en Calabria y en Roma.

Está considerado como el mafioso que ordenó matar a Ludovico Ligato, ex presidente de los ferrocarriles italianos Ferrovie dello Stato, asesinado el 27 de agosto de 1989. Condello fue condenado a cadena perpetua.

Según el fiscal adjunto de Reggio Calabria, Francesco Mollace, Condello estaba dando un nuevo "estilo" a la mafia calabresa. "Ahora veremos (cuando se le interrogue) si aún tiene la cara de la vieja 'Ndrangheta o por el contrario la nueva de los clanes que tratan con el mundo de la política y la economía", dijo Mollace, que recordó que Condello era "uno de los últimos grandes capos aún libre".

La 'Ndrnagheta calabresa es una de las tres mafias más importantes de Italia (las otras son la Cosa Nostra siciliana y la Camorra napolitana). Según fuentes policiales, controla la importación de cocaína hacia Europa y factura al año un mínimo de 400 millones de euros con el "polvo blanco". Según datos policiales de 2004, en ese año el volumen total de negocios de la 'Ndrangheta fue de casi 36.000 millones de euros, lo que supone el 3,4 por ciento del producto interior bruto (PIB) del país.

La 'Ndrangheta mantiene relaciones con grupos de delincuentes españoles y de otros países europeos, especialmente la mafia balcánica. La mafia calabresa cuenta con unos 155 clanes y unos 6.000 miembros. Hasta hace unas décadas se dedicaba sobre todo a los secuestros, escondiendo a sus víctimas en cuevas de la inexpugnable montaña Aspromonte, al sur de Calabria. La droga se reveló más sustanciosa que los secuestros, por los que los clanes dieron el salto.