Quince personas han sido detenidas hasta ahora en el recorrido de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 por Londres, donde la nieve y las numerosas manifestaciones amenazan con deslucir el evento. Todos los detenidos han sido arrestados en diferentes puntos de la ruta "por diversos delitos relacionados con el orden público", según indicó un portavoz de Scotland Yard.

El campeón olímpico de remo Steve Redgrave fue el encargado de inaugurar el periplo londinense de la llama olímpica, que empezó en el estadio de Wembley (noroeste de la ciudad), en presencia de la embajadora china, Fu Ying, y acabará en la cúpula de O2 en Greenwich.

Ya desde el principio del trayecto se registraron incidentes con los manifestantes que protestan por la represión dirigida por China en el Tíbet, donde el pasado jueves se informó de la muerte de ocho personas en un tiroteo contra monjes y civiles en la provincia de Sichuan. Un manifestante llegó a coger la antorcha de manos de una de las portadoras, la presentadora de televisión Konnie Huq, antes de ser reducido por la Policía, mientras que en otro punto de la marcha hubo un incidente con un extintor o una bomba de humo.

Pese a las constantes interrupciones, la antorcha, rodeada en todo momento de delegados olímpicos y policías, continúa su viaje por la capital británica, entre los aplausos de parte del público y los cientos de estudiantes chinos congregados para apoyar los Juegos. Unos ochenta atletas y personalidades de varios sectores de la vida británica pasearán la antorcha desde Wembley hasta Greenwich (sureste), pasando por diez barrios londinenses en una ruta de 49 kilómetros.

Además de Redgrave, portarán la antorcha otros diez campeones olímpicos, escolares y personalidades de la vida pública como el veterano periodista Trevor McDonald y la violinista Vanessa Mae. La doble campeona olímpica Kelly Holmes la llevará en el último tramo del relevo hasta encender, esta tarde, el pebetero olímpico, situado en la cúpula de O2 en Greenwich.

En su viaje por la capital británica, la antorcha pasará de mano en mano entre corredores, ciclistas y personas en barcos o el piso superior de un autobús y, pese a las bajas temperaturas, se espera que sea recibida con carnavales y actos festivos en puntos emblemáticos del recorrido como la catedral de San Pablo o la plaza de Trafalgar. También está previsto que el primer ministro británico, Gordon Brown, dé la bienvenida al símbolo olímpico en su residencia del número 10 de Downing Street.

Al acabar su periplo británico, con una fiesta en la cúpula de Greenwich coronada por una actuación de las Sugababes, la antorcha, que llegó el sábado a Londres procedente de San Petersburgo (Rusia), partirá hacia París.