Otro escándalo sexual ha sacudido la campaña electoral de EEUU, y aunque esta vez no es un representante electo el protagonista, las ramificaciones del caso en las urnas, el próximo martes, pueden ser muy dañinas para los republicanos. En el centro de la crisis está el reverendo Ted Haggard, pastor evangelista y uno de los líderes cristianos más influyentes del país. Haggard ha mantenido línea directa con la Casa Blanca y jugó un destacado papel en el triunfo de George Bush en las presidenciales del 2004, ayudando a movilizar el voto conservador religioso.

Haggard, de 50 años, casado y padre de cinco hijos, fue acusado el miércoles por un hombre que se dedicaba a la prostitución de haber mantenido relaciones sexuales con él mensualmente durante tres años. Según las alegaciones, el reverendo --que contactó con el prostituto por internet-- le pagaba por las relaciones y antes de los encuentros esnifaba metanfetaminas. Pese a que Haggard negó las acusaciones en un primer momento, el jueves dimitió como presidente de la poderosa Asociación Nacional de Evangelistas de EEUU --que representa a 30 millones de creyentes-- y, según desvelaron ayer los medios de comunicación locales, admite parte de su culpa.

Esa noticia la dio a conocer Ross Parsley, pastor de la Iglesia de la Nueva Vida que Haggard fundó en los años 80 en un garaje de Colorado Springs (Colorado) y que hoy tiene 14.000 miembros. "Es importante que sepan que Haggard ha confesado que parte de las acusaciones en su contra son ciertas", escribió Parsley a sus fieles en un correo electrónico.

POSIBLE IMPACTO El escándalo puede tener un gran impacto en las elecciones. Haggard es una figura de relevancia nacional que ha llegado a asesorar a líderes nacionales y mundiales y que llegó a ser destacado por la revista Time como uno de los 25 evangelistas más influyentes del país. Extremadamente conservador, ha denunciado siempre la homosexualidad como un pecado. En la campaña para los comicios del martes, había pedido el voto para la enmienda 43, una de las propuestas en Colorado que quiere enmendar la Constitución estatal para poder vetar el matrimonio homosexual.