Los cubanos que leen Granma , desde hace dos meses los viernes abren el diario por las página 10 y 12 en busca de Cartas a la Dirección, donde han empezado a aparecer descontentos de la ciudadanía ante el descontrol del Estado, la inoperancia de funcionarios, la corrupción, las prohibiciones y otros males, hasta ahora silenciados por la prensa durante la era Fidel.

Esta tímida glasnost (transparencia) ha iniciado una lenta escalada de lo que para algunos es una señal de los nuevos tiempos iniciados con la llegada de Raúl Castro al poder. Para otros, no son más que cambios cosméticos.

La televisión también se ha ido abriendo. Los noticieros y otros espacios hacen críticas, todavía tímidas, del encarecimiento de los alimentos y la higiene en la ciudad. Y en el programa humorístico Deja que yo te cuente se enjuicia la gestión gubernamental.