A las cada vez más tensas relaciones entre la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se suma ahora un dudoso rumor sobre la supuesta incomodidad de la alemana con la "afectividad física" de Sarkozy. El diario suizo Le Matin aseguraba en su edición del pasado domingo que la cancillera se había quejado, ante la embajada alemana en París, de los modos "demasiado amigables" del mandatario francés. Le Matin afirmaba que Merkel se siente "un poco violenta" cuando Sarkozy la saluda con palmadas en la espalda y besos o cuando la toma por el hombro.

La noticia sorprendió al departamento de prensa de la cancillería alemana, que se apresuró a asegurar que "se trata de una noticia completamente inventada" y que "la relación entre la cancillera y el presidente francés sigue siendo cordial como siempre". Además, los medios de comunicación alemanes no se hicieron ningún eco de ella.

Si bien es cierto que la amistad entre Merkel y Sarkozy es anterior a las tensiones actuales y a sus respectivos puestos como jefes de Gobierno, también lo es que los modos del presidente distan mucho de la "fría" comunicación corporal alemana.