Dicen que por motivos personales, pero ayer nadie se lo creía en Washington. El abogado Greg Craig, uno de los hombres de confianza de Barack Obama y hasta ahora su principal asesor legal para el cierre de Guantánamo, presentó ayer su renuncia al cargo, que llega después de meses de críticas a su gestión en este espinoso asunto ante la falta de avances para echar el cerrojo a la cárcel.

Craig, que será sustituido por el demócrata Bob Bauer, abogado personal del presidente, se convirtió ayer en el miembro de la Administración de mayor rango que abandona su puesto desde la toma de posesión de Obama, hace casi 10 meses, renuncia que se suma a la reciente salida de la directora de Comunicación de la Casa Blanca, Anita Dunn, tras la guerra contra la cadena Fox.

Siguiendo sus recomendaciones, Obama anunció en los primeros compases de su mandato que la cárcel de Guantánamo se cerraría el 22 de enero del 2010. Pero a falta de algo más de dos meses para que llegue esa fecha, nadie en la Casa Blanca cree que se puedan cumplir esos plazos.

Hace un mes, Craig fue apartado de la dirección del proceso. La principal crítica hecha en su contra fue la incapacidad de detectar a tiempo la férrea oposición que halló el presidente para cerrar la prisión entre muchos de los congresistas.