El director ejecutivo adjunto del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), el británico Justin Forsyth, renunció a su cargo después de haber sido acusado de conducta inapropiada con empleadas mientras trabajaba para la oenegé Save the Children, de la que fue consejero delegado.

La directora de Unicef, Henrietta Fore, «ha aceptado la renuncia de su adjunto Justin Forsyth», indica en un comunicado. «Le agradecemos al señor Forsyth su trabajo por defender a los niños más vulnerables y ayudar a que Unicef avanzara en su misión para salvar las vidas de los niños», añade.

Save the Children en el Reino Unido había pedido disculpas anteayer por el comportamiento «inadecuado» que tuvo Forsyth con tres empleadas de la organización, a las que envió mensajes de texto inapropiados, comentó la ropa que llevaban o lo que sentía por ellas. El directivo, investigado en el 2011 y el 2015 por la organización y creía el asunto «cerrado», aseguró que se había «disculpado sin reservas» con las empleadas y admitió que había cometido «algunos errores personales» en esa época.

«Dimito por el peligro de perjudicar tanto a Unicef como a Save the Children y nuestra causa más amplia», esgrimió, asegurando que no puede permitirse que esto ocurra a dos organizaciones a las que quiere. «He dedicado 30 años de mi vida a luchar contra la injusticia y la pobreza».