ROMA. El subsecretario italiano de Turismo, Stefano Stefani, cuyos insultos a los turistas alemanes han desatado la mayor crisis que se recuerda entre los gobiernos de Italia y Alemania, anunció anteanoche que había presentado su dimisión. El primer ministro, Silvio Berlusconi, reconoció habérsela pedido. Poco antes, Stefani se excusó por el incidente en una declaración que publicó ayer el rotativo popular alemán Bild. El presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi, aconsejó ayer a Roma y Berlín que "den muestras de contención" para normalizar relaciones.