El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció hoy que ha decidido presentar su dimisión, tras casi un año en el cargo por la falta de confianza del pueblo japonés en su gestión. Abe fue elegido el 26 de septiembre de 2006 primer ministro en sustitución de Junichiro Koizumi y desde el primer momento su mandato ha estado plagado de errores, casos de corrupción de sus ministros y escasa popularidad, achacada en parte a su falta de liderazgo.

"Hoy he tomado la decisión de renunciar", indicó en rueda de prensa con semblante grave Abe, quien expresó su deseo de que su sucesor sea elegido rápidamente, sin dar nombres del futuro primer ministro nipón. Abe indicó que, ante la falta de confianza del pueblo japonés, era difícil continuar con su programa de reformas y señaló que ha decidido acelerar su dimisión para evitar problemas en la Dieta (Parlamento) de Japón. El Partido Liberal Democrático (PLD), en el poder en Japón, "necesita energía nueva", apuntó el todavía primer ministro.

Hoy Abe argumentó su decisión de renunciar por la derrota sufrida en las elecciones al Senado del 29 de julio, cuando el gubernamental Partido Liberal Democrático (PLD) perdió la mayoría, y su incapacidad de sacar adelante la extensión de la Ley Antiterrorista, por el rechazo del opositor Partido Democrático (PD). Al ser preguntado por qué no dimitió justo después de las elecciones, cuando su renuncia era esperada, Abe indicó que pensó que era preciso seguir con las reformas y asumir la responsabilidad.

Según explicó en la rueda de prensa, su decisión de dimitir se debe a la necesidad de que Japón "siga apoyando la lucha contra el terrorismo". Además, aseguró que el líder opositor, Ichiro Ozawa, no tiene intención de negociar con él mientras sea primer ministro mientras expresó su deseo de que su sucesor sea "una persona con fuerza", sin citar un nombre concreto.

Este domingo, el primer ministro japonés anunció que dimitiría si no consigue prorrogar la misión de las tropas niponas en Afganistán más allá del 1 de noviembre, algo a lo que el PD se ha opuesto, postura que su líder, Ichiro Ozawa, volvió a reiterar ayer. Las unidades navales de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón se encuentran desplegadas en aguas del Océano Índico para garantizar la asistencia logística al despliegue militar de EEUU y sus aliados en el área desde 2001.

Esta misión, que comenzó a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, fue prorrogada ya en once ocasiones bajo la Ley Especial de Medidas Antiterroristas pero la ley expira el 1 de noviembre. Los ataques del 11-S contra Estados Unidos, considerados como el peor atentado terrorista en el territorio de este país, produjeron un total de 2.974 víctimas, además de los 19 terroristas que se apoderaron de cuatro aviones comerciales.