Cheque en mano, los diputados británicos se apresuran a reponer el dinero público que se habían embolsado con facturas abusivas, después de una semana de escándalo nacional por las filtraciones de unos gastos vergonzosos a cargo del erario público.

La ministra para las Comunidades, la laborista Hazel Blears fue la primera en mostrar un cheque por 13.332 libras (14.853 euros), cantidad que había cargado al Parlamento de los impuestos por la venta de una casa. Su compañero de gabinete, el secretario de estado para la Salud, Phil Hope, bate el récord, con 41.709 libras (46.461 euros), con las que decoró su piso. El primer ministro Gordon Brown, que puso en la cuenta del contribuyente la paga de la asistenta, pidió ayer la instauración de "un sistema independiente, en el que la gente pueda confiar".