Solo faltan dos meses para que José Luis Rodríguez Zapatero se ponga al frente del "gran proyecto de civilización" que, a su juicio, supone la Unión Europea (UE). España, dijo Zapatero, asumirá la presidencia rotatoria en un "momento histórico" en el que la UE tiene que saber jugar sus cartas para ser uno de los actores que defina las nuevas reglas económicas y el orden internacional. Para conseguir este objetivo tan ambicioso, el Gobierno está coordinando su estrategia "desde hace un año" con las dos siguientes presidencias de turno (la belga y la húngara), de manera que las políticas sean pensadas a 18 meses y tengan "continuidad".

"Europa tiene la obligación de saber interpretar el momento histórico ante el que estamos y conducir con liderazgo y nuevo empuje un proyecto más ambicioso: el papel de la UE durante las próximas décadas en el concierto internacional", declaró Zapatero. La coordinación entre Madrid, Bruselas y Budapest ha quedado singularizada en un solo logotipo que usarán los tres países, con la única diferencia del color, que dependerá de cada bandera nacional.

POR CONCURSO Ayer por la mañana, antes de la apertura del Consejo Europeo, Zapatero y los primeros ministros de Bélgica, Herman van Rompuy, y de Hungría, Gordon Bajnai, presentaron el diseño, cuyo autor es un joven estudiante belga vencedor de un concurso celebrado en los tres países. Fue un acto ameno, con Van Rompuy recitando un poema sobre la colaboración de los dirigentes y Zapatero intentando eludir las preguntas sobre las preferencias de su "familia" sobre el presidente permanente de la UE.

La colaboración en forma de trío la puso en marcha Alemania y ha quedado institucionalizada en el Tratado de Lisboa, una fórmula que, en opinión de Bajnai, debe ayudar para conseguir "un impacto mayor" que el que tradicionalmente tienen las iniciativas lanzadas por las presidencias nacionales.

Para Zapatero comienza su periodo más intenso en política internacional. Su primera visita a la Casa Blanca, el día 13, fue el estreno de esta etapa, que continuó con la gira por Oriente Próximo y que este mes le llevará a los Países Bajos y a varios países árabes. Además, hasta final de año participará en otras citas obligadas, como la cumbre iberoamericana y varios encuentros bilaterales.