El Kremlin atribuyó ayer a un problema de traducción del humor ruso la polémica suscitada por los comentarios que hizo su presidente, Vladimir Putin, al primer ministro israelí, Ehud Olmert. Putin dijo, en referencia al presidente de Israel, Moshé Katsav, acusado de abusos: "¡Violar a 10 mujeres! Nunca me lo hubiera imaginado. Nos ha sorprendido a todos. Todos le envidiamos".