La policía ha dispersado hoy a los seguidores del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que estaban apostados cerca de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se han producido algunos disturbios. Los policías han utilizado gases lacrimógenos y balas de goma contra decenas de personas concentradas en la zona.

El portavoz de la policía, Orlin Cerrato, informó a los periodistas de que se han tenido que ejercer "los niveles de fuerza adecuados" para dispersar a los manifestantes, que "continúan en los alrededores de la embajada de Brasil", donde se refugia Zelaya tras regresar a Honduras el lunes.

Zelaya se encuentra en la legación diplomática brasileña, desde donde llamó a los hondureños a acudir a protegerlo y dijo que había regresado para buscar una salida a la crisis política mediante el diálogo.

Ataques a la policía

En un extremo cercano a la embajada de los Estados Unidos, que se encuentra en el mismo sector de la legación brasileña, una patrulla de la policía fue atacada, mientras que al menos otros cinco vehículos particulares sufrieron daños en sus cristales y neumáticos.

También ha habido daños menores en edificios cercanos, según pudo constatar Efe. Cerrato indicó que la operación conjunta con el Ejército continúa y que hasta ahora no hay detenidos.

Cerco a la embajada brasileña

La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien también se encuentra en la embajada brasileña, dijo anoche a periodistas que los servicios de agua y electricidad habían sido interrumpidos en la sede diplomática.

Zelaya fue derrocado el 28 de junio pasado en un golpe de Estado en el que los militares le sacaron del país y el Parlamento le sustituyó ese mismo día por Roberto Micheletti.