La decisión del Comité de Reglas abre la puerta a otra polémica: la del voto popular. Hillary Clinton argumenta que va por delante en esta categoría por unos 160.000 votos, mientras que Barack Obama asegura que es él al que más han votado, con una ventaja de 166.000 votos.

La diferencia de opiniones viene dada por el estado de la discordia de Michigan. Clinton cuenta esa elección, en la que el nombre de Obama no estaba en las papeletas. Es el argumento de la senadora para afirmar que no sería antidemocrático darle a ella la candidatura en lugar de al ganador por delegados electos.