Al menos 23 personas murieron ayer y otras 77 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida en la ciudad de Biyi, en el norte de Irak, según las últimas cifras ofrecidas por la policía iraquí hasta el cierre de esta edición.

Las fuentes explicaron que el suicida que conducía el coche detonó los explosivos que portaba a la entrada de un centro de distribución de bombonas de gas en el barrio de Nift (petróleo en árabe). La explosión causó, además, abundantes daños en varios vehículos y tiendas en la zona. Las fuerzas de seguridad iraquíes han cercado el lugar donde se produjo el estallido y varias ambulancias se han llegado al barrio para trasladar a las víctimas a los hospitales.

La ciudad de Biyi está al norte de Tikrit, capital de la provincia de Salahedin, donde los grupos insurgentes vinculados a Al Qaeda mantienen una intensa actividad. El 14 de septiembre, en otro atentado de gran magnitud en Biyi, once personas murieron y ocho resultaron heridas por la explosión de un camión bomba conducido por un suicida.

Por otro lado, al menos cuatro personas murieron ayer y otras 21 resultaron heridas cuando un suicida detonó un cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en un funeral en la ciudad de Baquba, 65 kilómetros al norte de Bagdad, según fuentes de la policía.

Los agentes explicaron que la explosión se registró durante el funeral de un padre y su hijo que murieron ayer en un ataque en la misma ciudad, capital de la provincia de Diyala. Las víctimas son todos civiles que asistían al funeral y agregaron que han sido trasladados al hospital general de Baquba.

Las fuentes agregaron que tras el ataque del coche bomba, el ministerio del Interior iraquí cesó al jefe de la policía de Biyi. Diyala se ha convertido últimamente en uno de los feudos del grupo insurgente suní el Estado Islámico de Irak, vinculado con la organización de Al Qaeda.