Dos hombres armados a bordo de una motocicleta abatieron ayer a tiros a un antiguo dirigente del régimen talibán en Afganistán. Mulá Abdul Samad Jaksars, quien durante la dictadura islamista fue jefe de los servicios secretos y viceministro de Interior, falleció tras recibir varios impactos de bala cuando salía de su domicilio, en Kandahar, antiguo feudo de los talibanes. La víctima era uno de los antiguos dirigentes talibanes que, tras la caída de Kabul en manos de EEUU, a finales del 2001, renegó de su pasado y optó por incorporarse al proceso político afgano.

Samad Jaksars se presentó como candidato a las elecciones legislativas del país el pasado septiembre con el fin de ser elegido diputado por Kandahar, pero no obtuvo el apoyo suficiente. Los rebeldes talibanes se atribuyeron el asesinato a través de una llamada del portavoz Mohamed Hanif a la agencia France Presse. "Nuestros combatientes lo mataron por haberse unido al Gobierno. Toda persona que abandone a los talibanes se convierte en nuestro blanco", señaló. Su muerte coincide con un aumento de la violencia guerrillera en las provincias del este y el sur.