Cerca de 42 millones de electores acudirán a las urnas el domingo y el lunes para elegir los gobiernos de 14 regiones autónomas, 2 provincias (diputaciones) y 368 municipios. Los comicios serán una primera radiografía de la opinión pública italiana, tras cuatro años de Gobierno conservador de Silvio Berlusconi, y a 12 meses de las elecciones generales del 2006. También serán un test sobre la popularidad de Romano Prodi, líder de los progresistas.

Ocho de las 14 regiones autónomas están gobernadas por los conservadores de la Casa de las Libertades, y 6 por los progresistas de La Unión. Los pronósticos dan como seguras para el centroderecha sólo Lombardía y Véneto, mientras que dejan abierto el resultado en Piamonte, Lazio y Pullas. Los mismos sondeos otorgan a La Unión las seis regiones donde ya gobiernan y quizás otras tres o cuatro.