Barcelona La infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, participaron ayer en un misa funeral por el papa Juan Pablo II, frente a la catedral de Barcelona, oficiada por el arzobispo de la ciudad, Lluís Martínez Sistach. Las exequias fueron seguidas por unas 4.500 personas. Durante la homilía, Sistach destacó el "liderazgo religioso y social, mundialmente reconocido" de Karol Wojtyla.