El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cosechó un triunfo abrumador en el referendo celebrado hoy en su país, según los sondeos a pie de urna, que le asignan entre el 66 y el 70 por ciento de la votación a favor de la nueva Constitución impulsada por él. Correa, un economista de izquierdas que llegó al poder en enero del 2007 con la promesa de llevar adelante una transformación "radical, profunda y breve", derrotó a la oposición, que aún se aferra a la posibilidad de impedirle la victoria en Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador.

Según un sondeo a pie de urna de la empresa Cedatos, el voto por el "sí" a la nueva Constitución obtuvo hoy el 70 por ciento de los votos, mientras que el "no" opositor alcanzó apenas el 25 por ciento, los votos nulos sumaron el 4 por ciento y los votos en blanco el 1 por ciento. La firma SP Investigación y Estudios, por su parte, asignó al "sí" el 66 por ciento, al "no" el 25 por ciento, al voto nulo el 6,2 y al voto en blanco el 2,4.

La organización Participación ciudadana, calificada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para efectuar un recuento rápido de votos en las juntas electorales, proyectó que el "sí" obtuvo el 63,2 por ciento, el "no" el 28,6 por ciento, el voto nulo el 7 por ciento y el voto en blanco el 1 por ciento. El TSE prevé anunciar mañana los resultados preliminares oficiales, con base en el recuento de las actas de las mesas electorales. Correa le agradeció al pueblo ecuatoriano haber apoyado de forma abrumadora la nueva Constitución, victoria que se suma a las que obtuvo en las elecciones presidenciales de noviembre de 2006 y la del plebiscito para la Asamblea Constituyente, en abril de 2007. Además en los comicios de septiembre de ese mismo año, para integrar la Asamblea Constituyente, su movimiento, Acuerdo País, logró 80 de los 130 escaños.

A la espera de Guayaquil

La única duda que salta sobre la aplastante victoria de Correa es la de Guayaquil donde, según las encuestas, el "sí" obtiene entre el 44,8 y el 49,9 por ciento, pero no llega a sumar una mayoría absoluta, argumento que la oposición esgrime para argumentar que en esa ciudad no triunfó la Constitución oficialista. No obstante, el ministro de Gobierno (Interior), Fernando Bustamante, ha pedido esperar a los resultados oficiales del TSE.

Según Bustamante, las encuestas no han tomado en cuenta la voluntad de los llamados indecisos, es decir, el 30 por ciento de los votantes, que podrían haber decidido su voto la final del proceso e inclinar la balanza en los resultados finales. De todas maneras, Correa, con el triunfo bajo el brazo, abrió la posibilidad de abrir una puerta de diálogo con el alcalde opositor de Guayaquil, el socialcristiano Jaime Nebot, con quien ha protagonizado acalorados pulsos verbales. "Ha triunfado aplastantemente la nueva Constitución. Es un momento histórico que trasciende por mucho a las personas que hemos estado más visibles en este proceso que es de todo un pueblo", manifestó Correa.

Pero, para Correa, esta victoria no es un punto de llegada, sino de partida, pues ha insistido que su administración será una permanente campaña contra el pasado. Y es que se prevé que para el primer trimestre del próximo año se celebren elecciones generales con el nuevo marco jurídico, en las que participará el propio Correa que, por ahora, aparece como una figura invencible en las urnas.

Su movimiento Alianza País ya ha adelantado que Correa será su candidato y ha llamado a las fuerzas progresistas a cerrar filas en torno a él, para impedir cualquier posibilidad que los grupos de derechas regresen al poder. Correa, no obstante, ha recordado que su nueva nominación dependerá de las decisiones que asuma su movimiento, en el marco de un acuerdo nacional con otras fuerzas progresistas del país.