"Nunca doy por seguro nada. Trabajo como el primer día y suponiendo que no tengo un solo voto. Todo está en manos de Dios y del pueblo ecuatoriano", dijo ayer el presidente Rafael Correa, con una modestia algo sobreactuada. Los datos que manejaba el Gobierno le auguraban una reelección sin sobresaltos. Solo un desastre político lo obligaría a ir a una segunda vuelta, el 14 de junio. "En nuestras manos está volver al pasado o continuar con el cambio", alertó, por las dudas.

El mandatario necesita obtener un 40% de las adhesiones y 10 puntos de ventaja respecto de sus rivales. Los últimos sondeos lo ubican, en el peor de los casos, en un 49%. Y su inmediato seguidor, el expresidente y excoronel Lucio Gutiérrez, de Sociedad Patriótica, apenas llegaría al 20%. "Habrá segunda vuelta, y otra vez me tocará pelear con Correa", vaticinó el magnate bananero Alvaro Noboa, después de votar. Los ecuatorianos eligieron ayer, además de presidente y vicepresidente, legisladores provinciales, alcaldes, concejales y otras autoridades menores. La Alianza País, en el poder desde enero del 2007, estaba segura de que Correa tendrá un Congreso leal a las banderas del "Socialismo del siglo XXI".

UN TERCER PERIODO Si las encuestas no se equivocan, Correa saldrá fortalecido de la contienda. En virtud de la nueva Constitución, el presidente tiene las puertas abiertas para un tercer periodo, en el 2013. Pero la crisis mundial hace trizas cualquier previsión a medio plazo.

Por lo pronto, Ecuador, que en estos dos años tuvo altas tasas de crecimiento económico gracias al alto precio del petróleo y las remesas que envían la caudalosa inmigración, debe hacer frente a grandes desafíos. Muchos se preguntan cómo hará el Gobierno para mantener la salud de una economía dolarizada, cuya liquidez interna depende los resultados de sus ingresos externos. Ecuador deberá recibir cuantiosas inversiones, endeudarse o encarar un ajuste. Todo indica que sucederá lo último. "Las crisis requieren de grandes acuerdos", advirtió ayer el jefe de la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno Enrique Correa.