Los editorialistas franceses comentaron por adelantado la comparecencia de Chirac. Bajo el título Arma fatal, Jean Michel Thénard decía en Libération: "Chirac tiene en sus manos el arma imparable. Bastaría que él respondiera sí a la pregunta: Si los franceses ratifican la Constitución dimitirá usted? Ningun elector de izquierdas podría resistir la tentación". En Le Figaro, Alexandre Adler presagiaba "una pequeña pesadilla espesa y gris si gana el no".