Washington se vio obligado ayer a confinar a la fortificada Zona Verde de Bagdad al personal estadounidense que trabaja en la capital iraquí. La sanción impuesta por el Gobierno de Irak a la empresa de seguridad privada Blackwater, que tiene prohibido operar en todo el territorio iraquí, ha dejado sin protección a los diplomáticos y demás funcionarios de EEUU.

Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, exigió ayer a la empresa Blackwater, presunta responsable de la muerte de varios civiles el pasado domingo durante un tiroteo, que se vaya del país.