Robert Harlan, condenado a muerte en Colorado (EEUU), ha salvado su vida gracias a la religiosidad del jurado que le declaró culpable de asesinato. El Tribunal Supremo de ese estado conmutó el lunes la sentencia por la de cadena perpetua porque cinco miembros del jurado consultaron la Biblia en sus deliberaciones, una influencia externa que el más alto tribunal estatal consideró inapropiada.

"Al menos uno de los miembros del jurado pudo haber sido influido por los pasajes de la Biblia", dictaminó el Supremo de Colorado, que conmutó la sentencia por tres votos contra dos. Entre los pasajes consultados se hallaba el del Antiguo Testamento que aboga por la justicia del "ojo por ojo y diente por diente". El condenado violó y asesinó a una camarera. Numerosas voces criticaron la decisión del Supremo estatal.