El Congreso de Estados Unidos ha aprobado un plan de estímulo de 787.000 millones de dólares (610.673 millones de euros), tras cuatro semanas de pugnas partidistas sobre cómo insuflar vida a la economía, en lo que supone la mayor intervención del Gobierno desde la segunda guerra mundial.

El presidente estadounidense Barack Obama ha celebrado la aprobación. "Este es el principal hito en nuestro camino hacia la recuperación, y quiero agradecer a los miembros del Congreso que han actuado juntos en un propósito común para hacer que esto sucediera", ha dicho en su alocución semanal por radio. El mandatario ha prometido firmar "a la brevedad" el proyecto de ley que, ha dicho, "salvará o creará más de 3,5 millones de empleos en los próximos dos años, estimulará el gasto de empresas y consumidores por igual y establecerá los cimientos de nuestra prosperidad y nuestro perdurable crecimiento económico".

La medida, una de las máximas prioridades de la Casa Blanca, será enviada al presidente Obama para su promulgación, posiblemente el lunes próximo. El Senado ha aprobado la medida con 60 votos a favor y 38 en contra, tras más de cinco horas de votación que han permitido al demócrata Sherrod Brown regresara a Washington para votar y después volver a Ohio al velorio y funeral de su madre.

Horas antes, la Cámara de Representantes ha emitido 246 votos a favor y 183 votos en contra, entre ellos siete de demócratas. Ningún republicano ha votado a favor y 55 demócratas y dos independientes han sido favorables al plan. Los demócratas necesitaban un mínimo de 60 votos para impedir cualquier maniobra dilatoria de la oposición. El voto decisivo lo ha efectuado Brown.

La economía, en cuidados intensivos

El Acta Estadounidense de Recuperación y Reinversión, de 1.071 páginas, prevé la creación de 3,5 millones de empleos, una fuerte infusión de fondos para la infraestructura, programas sociales y gobiernos estatales, y recortes tributarios para individuos y negocios. La economía de EEUU está en cuidados intensivos: se han perdido 3,6 millones de empleos desde el inicio de la recesión en diciembre de 2007.

Las ejecuciones hipotecarias, la congelación de créditos y una caída en el consumo auguran más problemas para la economía. El senador republicano John McCain y la mayoría de sus correligionarios han replicado que el plan contiene "excesivos" gastos públicos, hipoteca a futuras generaciones y no crea empleos en el corto plazo.

La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, ha afirmado que, tres semanas después de la investidura de Obama, "el Congreso está actuando de forma rápida y audaz para que se cumpla su promesa de nuevos empleos, nueva esperanza, y un nuevo rumbo para el pueblo estadounidense".

Aumentan las semanas de subsidio

Entre otras cosas, el plan amplía de 26 a 46 semanas el período de subsidios para desempleados, aunque lo aumenta a 59 en estados con altas tasas de desempleo y prevé recortes tributarios de 400 dólares para individuos y hasta 800 dólares para parejas hasta 2010, en función de sus salarios. También autoriza fondos para los gobiernos estatales, ya que la mayoría afronta déficit presupuestarios.

La mayoría de los republicanos tacha el plan de ineficaz. "Es una tremenda mentira, es una estafa, porque no va a crear los empleos que prometen y va a agravar la economía porque la mayoría de los fondos no van a tener un efecto inmediato. Nadie aboga por no hacer nada, lo que queremos es que se haga algo responsable", ha dicho el representante republicano Mario Díaz Balart, de Florida.

La clausula 'buy american'

Ante presiones de dentro y fuera de EEUU, el plan ha diluido la cláusula buy american que, salvo algunos caso, exige el uso de hierro, acero y productos manufacturados estadounidense en infraestructuras financiadas por el plan. Según el texto, se aplicará "de forma consecuente con las obligaciones de Estados Unidos bajo acuerdos internacionales", por lo que se podrán utilizar productos extranjeros.

La mayoría de los expertos vaticina que el paquete de medidas tardará en surtir efecto y, aunque no frenará el desangramiento de empleos de inmediato, sí comenzará a espolear el crecimiento económico para fines de 2009.