John Negroponte, nuevo embajador de Estados Unidos en Irak, fue el primero en presentar ayer sus cartas credenciales, en Bagdad. Horas después le siguieron los representantes de Australia, Neil Mules, y de Dinamarca, Torden Getterman.

EEUU no tenía relaciones diplomáticas con Irak desde el año 1990, cuando Sadam invadió Kuwait, que ayer manifestó su intención de reanudar los lazos políticos con Bagdad, al igual que Francia. La embajada será la mayor del mundo, con 1.000 empleados estadounidenses y 700 extranjeros.