La suerte de Kosovo parece estar echada. La reunión de ayer en Nueva York del Consejo de Seguridad de la ONU acabó como empezó, con posiciones "irreconciliables", según anunció el embajador belga, Johann Verbeke, en nombre de los países occidentales. Así las cosas, Estados Unidos hizo explícito su aval al envío de una misión civil de la Unión Europea (UE) que asuma la administración de la provincia serbia de mayoría albanesa y la prepare para una cada vez más próxima independencia.

"El Consejo no llegó a ningún acuerdo concreto", dijo un lacónico Massimo D´Alema, ministro de Exteriores de Italia, que ejerce la presidencia de turno. Ante lo cual, EEUU y los miembros de la UE presentes en la reunión elaboraron una declaración conjunta de respaldo a la posición europea: "Estamos dispuestos a asumir nuestra responsabilidad. Trabajaremos con la UE y la OTAN, de modo prudente y coordinado, cara a una solución para Kosovo", leyó Verbeke, rodeado de sus colegas.

EEUU y Europa estiman que el statu quo de Kosovo es "insostenible" y que "ha quedado claro que las posibilidades de una solución negociada están agotadas", tras el fracaso del último intento de mediación de la troika (EEUU, la UE y Rusia).

RUSIA QUIERE NEGOCIAR MAS El embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, rechazó este planteamiento y presentó una nueva propuesta de diálogo. Rusia es la principal aliada de Serbia en su empeño por no perder la soberanía sobre la provincia.

Moscú considera que una declaración de independencia sin el aval de la ONU iría contra el derecho internacional y sentaría un peligroso precedente. Pero según Occidente, fue el bloqueo ruso, en julio, a una resolución para poner en práctica el plan de "independencia supervisada" propuesto por el enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, lo que dio el golpe de gracia a todo posible acuerdo.

El primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica, reiteró que una declaración unilateral de independencia de Kosovo violaría la resolución 1244 de las Naciones Unidas, adoptada en 1999 que, según él, "garantiza la integridad territorial" de Serbia.

España colaborará en la misión civil de 1.800 policías y juristas que la UE enviará a la región con un "número reducidísimo de personas", según anunció ayer el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, informa Pilar Santos.