El régimen cubano perpetra "numerosas y serias" violaciones de los derechos humanos de sus ciudadanos, incluido "el derecho a cambiar de Gobierno", denunció hoy el Departamento de Estado. En su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, el Departamento de Estado denuncia que el régimen que ahora lidera Raúl Castro en 2007 "prosiguió su negación a los ciudadanos de sus derechos humanos básicos y perpetró abusos numerosos y serios".

A finales de este año permanecían en las cárceles cubanas al menos 240 presos y detenidos políticos, mientras que al menos 5.000 ciudadanos cumplían condenas por "peligrosidad", sin que se les hubieran imputado cargos más específicos. "Aunque la tortura física fue escasa, las autoridades golpearon, acosaron y amenazaron de muerte a los disidentes, tanto dentro como fuera de la prisión", señala el documento.

Pero el informe también recoge lo que considera "un cambio significativo" al apuntar que las autoridades aplicaron detenciones de corta duración y cargos por "peligrosidad potencial" contra los disidentes, en lugar de cargos que acarrean condenas más largas de cárcel, como ocurría en el pasado. Además de denegar el derecho a un cambio de Gobierno, expresa el informe, entre los problemas de derechos humanos presentes en la isla se encuentran los abusos impunes contra los detenidos y presos, las malas condiciones en las cárceles y el acoso y golpizas contra los opositores políticos.

Igualmente, denuncia las "graves limitaciones" en la libertad de prensa y de palabra y las interferencias en la intimidad, "incluida la extensa supervisión de las comunicaciones privadas". También hubo restricciones a la libertad de movimiento, como el rechazo selectivo a conceder permisos de salida a determinados ciudadanos. "La violencia doméstica, la prostitución de menores, el turismo sexual, la discriminación contra las personas de origen africano y graves limitaciones a los derechos de los trabajadores también representaron problemas" en 2007, apunta el Departamento de Estado.