"Nunca nadie piensa en Oregón". Con ese argumento, Mohamed Osman Mohamud, un joven nacido hace 19 años en Somalia y nacionalizado estadounidense, planeó un atentado que iba a perpetrar el viernes en Portland, durante la ceremonia de encendido del árbol de Navidad de la ciudad. Lo que Mohamud no sabía es que agentes camuflados del FBI se habían hecho pasar por sus asociados y le habían facilitado material falso. El viernes le detuvieron después de que intentara, sin éxito, hacer detonar lo que creía que era una furgoneta-bomba minutos antes de la ceremonia. Los asistentes al acto nunca estuvieron en peligro, pero las autoridades advirtieron de que "la amenaza de atentado era muy real".

El Departamento de Justicia no ha dado explicaciones sobre cómo logró interceptar las comunicaciones de Mohamed Osman Mohamud, que en agosto del año pasado contactó con alguien en Pakistán para planear acciones yihadistas . Esa persona le dio el nombre de un asociado con el que intentó comunicarse varias veces sin éxito. En junio de este año un agente camuflado se hizo pasar por un terrorista y engañó al joven, que en agosto empezó a reunirse con el agente y a preparar el atentado.

En esas reuniones, según las autoridades de Estados Unidos, se le hizo reflexionar en varias ocasiones sobre la gravedad de los planes que iba a llevar a cabo y sobre el hecho de que habría muchos niños. El supuestamente confesó que llevaba pensando en ese atentado "desde que tenía 15 años" y que quería que "todos los asistentes salieran muertos o heridos". "Va a ser un vistoso espectáculo de fuegos artificiales", sentenció Mohamud.

Mañana, el joven Mohamud comparecerá ante un tribunal en Portland para afrontar cargos que le pueden acarrear una condena a cadena perpetua.