Afganistán anunció ayer la muerte de 60 insurgentes tras cuatro días de ofensiva del Ejército afgano y las tropas internacionales en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán. Paralelamente, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) admitió la muerte de un civil en la provincia oriental de Paktia, mientras el contingente británico anunciaba la muerte de uno de sus soldados por una explosión.

Las tropas de EEUU y afganas iniciaron el martes en Marjeh una vasta operación militar para hacerse con el control de un bastión de los insurgentes talibanes considerado como un polo para el almacenamiento y procesamiento de la droga del bazar de Loy Cherah. El bazar atacado está siendo todavía sobrevolado por un aparato no tripulado para detectar cualquier posible movimiento de los insurgentes rebeldes.

La versión de EEUU contradice lo dicho por Wali Jan, miembro de la Cámara baja afgana, quien afirma que hay 37 civiles muertos y más de 25 heridos.