El presidente estadounidense, George Bush, concluyó ayer en Nigeria su gira por Africa, y garantizó que no tolerará que el continente africano sea utilizado como base de futuros ataques terroristas. "No vamos a permitir a los terroristas que amenacen el pueblo africano ni que utilicen Africa para amenazar al resto del mundo", aseguró el dirigente.

La cooperación entre Washington y los gobiernos africanos en la campaña contra el terrorismo y el sida han sido los temas principales de la gira que Bush, junto a su esposa Laura y su hija Bárbara y un séquito de 600 personas, inició el martes en Senegal y que le llevó también a Suráfrica, Botsuana, Uganda y Nigeria.

FINANCIACION CONTRA EL SIDA

Como colofón a este periplo, en su último acto público en Abuya, antes de regresar a Washington, Bush pidió al Congreso de su país que "dé plena financiación" a su proyecto para dedicar 15.000 millones de dólares (unos 13.277 millones de euros, unos 2,2 billones de pesetas) a la lucha contra el sida en Africa.

Un comité de la Cámara de Representantes redujo el jueves pasado la asignación en un principio destinada a combatir el sida para el próximo año, de los 3.000 millones de dólares (2.655 millones de euros) que había propuesto Bush a tan sólo 2.000 millones (1.770 millones de euros).

Más tarde, el Senado adoptó por 78 votos a favor y 18 en contra el proyecto realizado por la Casa Blanca, sin modificarlo. "Exhorto al Congreso a financiar totalmente mi petición para el plan de urgencia contra el sida, para que América pueda ayudar a invertir la tendencia contra el sida en Africa", subrayó el dirigente de EEUU.

PERSPECTIVAS ALARMANTES

La epidemia del sida está diezmando a la población africana y las perspectivas son cada vez más alarmantes, aún si cabe. En Nigeria, el 5% de sus 130 millones de habitantes está afectado por esta enfermedad, aunque los expertos temen que para finales de este decenio, el porcentaje haya aumentado hasta un 25%.

En su estancia en Nigeria, Bush volvió a evitar pronunciarse sobre el envío de tropas estadounidenses a Liberia, aunque volvió a repetir que el presidente Charles Taylor "tiene que marcharse para que haya un final a la violencia y el derramamiento de sangre" en su país. Bush se limitó una vez más a prometer "colaborar" con la ONU y la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Cedeao).