El terrorista más buscado de Irak, Abú Musab al Zarqaui, responsable de la matanza indiscriminada de civiles y de la ejecución de rehenes occidentales, murió la noche del pasado miércoles en un ataque de la aviación de EEUU cerca de la ciudad de Baquba, situada a unos 65 kilómetros al noreste de Bagdad. "Zarqaui ha sido eliminado", dijo ayer en rueda de prensa el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki. "Cada vez que aparezca otro Zarqaui, lo mataremos", añadió. Al Qaeda en Irak colgó un comunicado en internet en el que, tras confirmar la muerte de su líder, prometió seguir con la "guerra santa"

Un satisfecho Maliki compareció ante los medios de comunicación junto al embajador de EEUU en Irak, Zalmay Jalilzad, y el jefe de las fuerzas estadounidenses desplegadas en el país árabe, el general George Casey. "Hoy es un gran día", dijo un sonriente Jalilzad, que definió a Zarqaui como "el padrino de los asesinatos sectarios y del terror en Irak". El diplomático reconoció que la muerte de Zarqaui "no pondrá fin a la violencia, pero es un paso importante en la buena dirección".

CON SUS SEGUIDORES Casey, por su lado, dio detalles de la operación militar que acabó con el terrorista. En el momento del ataque, Zarqaui estaba en una casa a unos 8 kilómetros al norte de Baquba, junto a un grupo de sus seguidores. Los aviones F-16 lanzaron contra la vivienda dos bombas de 230 kilos cada una.

Unidades de la policía iraquí, seguidas de fuerzas de la coalición, llegaron poco después al lugar del ataque. Bajo los escombros hallaron el cuerpo sin vida de Zarqaui, y siete cadáveres más, dos de ellos mujeres. Se cree que una de las mujeres muertas es una de las tres esposas de Zarqaui. El jeque Abd al Rahman, consejero espiritual del terrorista jordano, es otro de los fallecidos.

El Ejército de EEUU mostró una fotografía del rostro sin vida de Zarqaui --en la que se ve a un hombre con los ojos cerrados, barba negra y heridas en la cabeza--, y dijo que había identificado el cadáver tras cotejar sus huellas dactilares. El cuerpo será sometido a pruebas de ADN. Por la captura vivo o muerto de Zarqaui Washington ofrecía una recompensa de 25 millones de dólares (casi 20 millones de euros). El mismo precio ofrece por la otra bestia negra de Al Qaeda, Osama bin Laden.

CONTRIBUCION DE JORDANIA Durante la rueda de prensa, Maliki, que asumió la jefatura del Gobierno iraquí hace apenas tres semanas, explicó que la localización de Zarqaui se logró gracias a información que fue facilitada a las fuerzas de seguridad de la provincia de Diyala, cuya capital es Baquba. Jordania dijo que sus servicios secretos contribuyeron en la operación. El Ejército de EEUU aseguró que localizó la guarida del terrorista tras seguir la pista de Rahmán.

A pesar de que la muerte de Zarqaui supone un duro golpe para Al Qaeda en Irak, nadie duda de que su puesto será ocupado por otro dirigente de la organización terrorista, autora de al menos 800 atentados en los últimos tres años. En cualquier caso, en el país árabe operan decenas de grupos armados, la mayoría de la resistencia suní, cuyas acciones van dirigidas principalmente contra las tropas extranjeras y las fuerzas de seguridad iraquís. Además, las milicias chiís han irrumpido con fuerza en el país. Ayer cuatro atentados con explosivos en Bagdad mataron a 35 personas y dejaron más de 50 heridos.

NOMBRAMIENTOS El anuncio de la muerte de Zarqaui coincidió con el nombramiento de los ministros de Defensa, Interior y Seguridad Nacional, cargos que permanecían vacantes desde que se formó el Ejecutivo el mes pasado. La cartera de Interior la dirigirá el político independiente chií Jauad al Bulani; la de Defensa, el general suní Abdul Qadur Jasin, represaliado bajo la dictadura de Sadam Husein. Seguridad Nacional estará bajo el control de Sharuán al Waili.