Los españoles que quieran viajar a Estados Unidos para estancias cortas de ocio o negocios deberán pagar a partir de mañana una tarifa de 14 dólares (unos 11 euros al cambio actual) para obtener la Autorización Electrónica de Viaje (ESTA, en inglés), sin la cual no podrán subir a bordo del avión o del barco con destino a ese país.

Este permiso electrónico se introdujo de forma obligatoria el 12 de enero del 2009 para los ciudadanos de todos los países, como España, que estaban exentos hasta entonces de visado para visitas de corta duración a EEUU. La Administración norteamericana introdujo ese visado encubierto con el argumento de reforzar la seguridad nacional y evitar que personas sospechosas de actividades terroristas o delictivas puedan viajar al país.

La Comisión Europea expresó en agosto su "profundo" malestar por los planes de EEUU de cobrar la tasa, pero no ha adoptado ninguna medida efectiva de presión, ni ha propuesto a los gobiernos de los Veintisiete ningún tipo de respuesta.