Tras las protestas por su nombramiento, en especial de los representantes shiís en el Consejo de Gobierno Iraquí, las tropas norteamericanas relevaron ayer al general de la Guardia Republicana Jasim Mohamed Saleh como comandante de la nueva fuerza militar encargada de restaurar el orden en Faluya y nombraron en su lugar a otro exgeneral, Mohamed Latif, con un largo historial de oposición al exdictador Sadam Husein. La rehabilitación de Jasim Saleh, un alto oficial de la Guardia Republicana, el cuerpo de élite del Ejército de Sadam, había provocado una ola de indignación entre las víctimas del régimen baazista.

Pese a sus credenciales de opositor --Latif vivía en el exilio, y según algunas voces, estuvo en prisión-- el exgeneral afronta el problema de no ser originario de Faluya al enfrentarse a la rebelión en el bastión de la resistencia suní, donde se han atrincherado unos 2.000 combatientes y 200 extremistas islámicos.

Latif fue entrenado en Gran Bretaña y forma parte de un grupo de generales con los que el recién creado Ministerio de Defensa contaba para intentar reformar el Ejército iraquí, disuelto por los ocupantes al acabar la contienda. Los mandos militares norteamericanos admiten con resignación que una parte de los integrantes de la nueva Brigada de Faluya procederá de las filas de la resistencia.

Nayaf, el bastión de la rebelión shií, podría correr la misma suerte que Faluya si las tropas norteamericanas no llegan a ningún acuerdo con los rebeldes. Cinco iraquís resultaron muertos y otros 20 heridos en un ataque de milicianos shiís contra una base norteamericana cerca de Nayaf. Ayer murieron nueve soldados de EEUU en Irak. Además, el exrehén norteamericano Thomas Hamill salió del país hacia Alemania tras lograr escapar de su cautiverio.