EEUU inició ayer en Doha (Qatar) unas maniobras militares sin soldados, pero con la última tecnología informática, que constituyen el ensayo general de un ataque contra Irak. Mientras, en Nueva York la Administración de George Bush presionó al Consejo de Seguridad de la ONU para lograr la copia íntegra de la declaración de armamento de Irak, que se entregó también a los otros miembros permanentes del Consejo (Rusia, Francia, China y Gran Bretaña).

En la base de Al Sayliya, a 33 kilómetros de Doha (Qatar), el jefe del mando central de Estados Unidos, general Tommy Franks, inició ayer unas maniobras militares, que durarán entre 7 y 10 días, con participación de un millar de expertos en planificación y oficiales de todas las armas del Ejército estadounidense. "Estas maniobras darán oportunidad al general Franks y a su estado mayor de aprender formas de mejorar su capacidad de mando, para ganar una guerra moderna", explicó el portavoz Jim Wilkinson.

CENTRO MOVIL DE MANDO

Se trata fundamentalmente de probar equipo informático digital de alta velocidad en un centro móvil de mando, que se puede montar cerca del frente. El centro, con un coste estimado de 58 millones de euros, permite conectar varios mandos de tropas sobre el terreno con el mando central en Tampa (EEUU). Las maniobras, denominadas Mirada interna, se planearon hace un año.

En la ONU, Washington se saltó a la torera el acuerdo alcanzado el viernes para expurgar de la declaración iraquí las informaciones peligrosas o confidenciales. "El objetivo era impedir que la información cayese en manos de quien pudiese utilizarla para fabricar bombas, pero como nosotros ya sabemos no aprenderemos nada del documento", explicó un diplomático.

La Casa Blanca evitó emitir juicios sobre el contenido de la declaración. No obstante, Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca, reiteró que seguían siendo "escépticos ante las intenciones y capacidades de Irak".