Estados Unidos ha enviado a Afganistán por primera vez desde que comenzó su campaña bélica hace nueve años carros de combate con gran blindaje en otra "escalada de las tácticas agresivas" contra los talibanes, según informa hoy el diario The Washington Post. "El despliegue de una compañía de carros Abrams M1, dirigidos en el terreno por la Infantería de Marina en el sudoeste de Afganistán, permitirá que las fuerzas de EEUU hagan blanco en los insurgentes desde una distancia mayor", añade el artículo, que cita como fuente a funcionarios militares.

Los carros de combate, que pesan 68 toneladas, se mueven con un motor de avión a propulsión y están equipados con un cañón principal de 120 milímetros que puede destruir una casa a más de kilómetro y medio. Los Abrams M1 se usarán, primero, en algunas partes en el norte de la provincia de Helmand, y la primera unidad contará con 16 unidades, aunque el número total y el área de operaciones "podrían ampliarse según las necesidades". Según las fuentes militares, los carros de combate darán a los infantes de Marina "una herramienta nueva e importante para eliminar los reductos de combatientes insurgentes".

INTENSIFICACIÓN DE LAS OPERACIONES

Estados Unidos, que invadió Afganistán después de los atentados del 11-S del 2001, tiene actualmente en ese país unos 100.000 soldados. El presidente de EEUU, Barack Obama, ordenó un aumento del contingente militar que se completó en septiembre, y en los últimos dos meses las operaciones han sido más intensas que en cualquier otro momento desde el derrocamiento del régimen talibán en el 2001.

Según el Post, el ritmo de las misiones de operaciones especiales para eliminar o capturar a los cabecillas talibanes "se ha triplicado en los últimos tres meses y los aviones de la OTAN y EEUU han lanzado en octubre más misiles que en cualquier otro mes desde el 2001".

La combinación de incursiones de fuerzas especiales, los ataques desde el aire y el uso de explosivos en tierra ha servido para mejorar la situación de EEUU, sus aliados y las fuerzas del gobierno afgano en torno a Kandahar, donde permanece un reducto talibán sobre el cual se concentraron las tropas aliadas, añade el diario. De hecho, el endurecimiento de la estrategia militar en el país se produce justo cuando la Alianza se dispone a aprobar, en su reunión de hoy y mañana en Lisboa, el plan de retirada gradual de Afganistán.