Acabar con la discriminación por orientación sexual en el Ejército de EEUU va a ser un proceso largo y controvertido, pero, desde ayer, está un paso más cerca. La promesa de campaña de Barack Obama de abolir la ley del "no preguntes, no lo cuentes" por la que los homosexuales no pueden servir abiertamente se reactivó en su discurso del estado de la Unión. Ayer, su secretario de Defensa, Robert Gates, y el Jefe de la Junta del Estado Mayor, Mike Mullen, anunciaron en el Senado primeros pasos para el cambio.

No habrá alteraciones inmediatas y Gates ha dado de plazo hasta final de año a un grupo de trabajo de alto nivel para preparar la derogación de la ley, poniendo el énfasis en el análisis del impacto que la nueva política tendrá en el Ejército, y el estudio de cuestiones como qué beneficios se reconocen a las parejas de soldados homosexuales.