EEUU aumentó ayer la presión sobre el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al pedir la celebración de elecciones anticipadas como "único camino pacífico y políticamente viable para salir de la crisis". La Casa Blanca señaló que los disturbios de la última semana, con el tiroteo a manifestantes, los ataques a medios de comunicación y la alteración de la economía "han creado una grave situación".

El empresariado, los sindicatos y el resto de oposición agrupada en la Coordinadora Democrática llamaron a los venezolanos a afrontar en la calle la tercera semana del paro cívico que ayer pasó a llamarse "movilización combativa" para apoyar a la industria petrolera y la marina mercante, sectores que cargan el mayor peso de la huelga.

"SACRIFICIO SOLIDARIO"

El presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, el zaragozano Carlos Ortega, pidió el "sacrificio solidario por la democracia" a través de la ocupación de las calles. La participación en las protestas de los escuálidos de clase media no parecía suficiente como para intentar la "toma de Caracas" y la marcha hacia Miraflores, una opción aún no concretada.

"Lo que hacen es llamar a la violencia con el mismo libreto que en abril", afirmó el ministro del Interior, Diosdado Cabello, al convocar un "escudo civil" para proteger al presidente en Miraflores.