Apostados a escasos 200 metros de la mezquita de Alí, en Nayaf, soldados de la Primera División Expedicionaria de Marines de Estados Unidos lanzaron ayer el que se supone será el último ataque contra las huestes del clérigo shií insurrecto Moktada al Sadr, para desalojarlas del mausoleo del imán Alí Bin Talib, bajo cuya cúpula de oro se atrincheran desde hace 14 días. Espesas columnas de humo y estruendo de explosiones y disparos se podían sentir ayer desde cualquier punto de la asediada ciudad santa shií.

Testigos citados por canales de televisión árabes indicaron que los militares norteamericanos, situados en posiciones de combate con carros y baterías de artillería, lanzaron fuertes andanadas contra los edificios que rodean el templo. Desde la mezquita, los seguidores de Sadr respondieron con sus lanzagranadas y sus rifles de asalto y alcanzaron una comisaría de la policía iraquí. Ocho agentes murieron y una treintena resultaron heridos. Las bajas entre los rebeldes shiís no fueron cuantificadas, pero a tenor de los destrozos materiales pueden ser elevadas.

ACUERDO DINAMITADO La ofensiva militar estadounidense dinamitó los términos del acuerdo alcanzado el miércoles entre Sadr y el Consejo de Gobierno interino iraquí, en el que el clérigo aceptaba rendirse y salir de la mezquita a cambio de que los marines se retiraran de Nayaf, la ciudad más sagrada del shiísmo. Pero ni los americanos se fueron ni los shiís se rindieron.

El ataque fue precedido por un ultimátum del primer ministro iraquí, Iyad Alaui, quien desde la capital, Bagdad, advirtió a Moktada al Sadr que ésa era su última oportunidad "para desarmarse, abandonar la mezquita y cumplir los compromisos políticos pactados en beneficio del país". Alaui ofreció de nuevo "garantizar su seguridad y la de su grupo" si se entregaba.

También el clérigo Husein al Sadr, patriarca de la familia del líder rebelde, le pidió que aceptara "inmediatamente" la oferta del Gobierno.

RESPUESTA CONTUNDENTE La respuesta de los rebeldes fue contundente. El jeque Ahmed al Sheibani, portavoz de Sadr y comandante del Ejército del Mehdi, manifesto: "Está claro que rechazamos la oferta. Estamos preparados y confiamos en que si atacan, les mataremos".

Durante su conferencia de prensa en Bagdad, Alaui no se refirió a los ataques de la aviación estadounidense sobre Nayaf, considerados por televisiones árabes como la mayor ofensiva contra los seguidores de Sadr desde el inicio del enfrentamiento el pasado 5 de agosto.

Alaui reiteró que su Gobierno no permitirá la existencia en el nuevo Irak de grupos armados o de milicias, y lamentó que en Nayaf "existan, además de las milicias armadas, elementos terroristas procedentes del extranjero que obstaculizan la marcha hacia la democracia". Pese a todo, Alaui aseguró que en Nayaf había "afrontado el problema con paciencia y sensatez".

En el resto del territorio iraquí, la jornada de ayer también fue violenta. Hubo incidentes en Bagdad, Kut, Basora, Babilonia, Faluya, Ramadi y Mosul.