Un alto tribunal de apelaciones otorgó ayer una clara victoria al presidente de EEUU, George Bush, al concluir que los tribunales militares establecidos tras el 11-S son la instancia apropiada para procesar y juzgar a los presos retenidos en la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba. Los defensores de los derechos humanos y algunos abogados del Ejército de EEUU han denunciado que los procedimientos carcelarios y judiciales aplicados a los prisioneros son injustos.

Esta sentencia se deriva del caso presentado por Salim Ahmed Hamdan, el exchófer y exguardaespaldas de Osama bin Laden. Su juicio en uno de los tribunales militares autorizados por Bush en el 2001 fue frenado en noviembre hasta que se decidiese si el detenido tiene derecho a la protección de las convenciones de Ginebra.

UNANIMIDAD Ayer, el trío de jueces del Tribunal Federal de Apelaciones del distrito de Columbia declaró por unanimidad que no lo tiene. "Un problema de Hamdan es que no se ajusta a la descripción de prisionero de guerra, con derecho a la protección de la convención", concluyó el juez Raymond Randolph.