Un nuevo ataque con explosivos en Bagdad mató ayer a 40 personas, la mayoría estudiantes universitarios. El atentado se registró a primera hora de la tarde, cuando un suicida accionó la bomba que llevaba adosada al cuerpo en la entrada de la facultad de Económicas de la Universidad de Mustansiriyah. La explosión dejó casi 50 heridos.

En enero, en esta universidad, un coche bomba mató a 70 civiles. El atentado de ayer muestra la incapacidad del Gobierno para frenar la violencia, aunque el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, estimó el sábado en 400 el número de insurgentes abatidos desde la puesta en marcha el 14 de febrero de la operación Aplicamos la Ley.