El Ejército de EEUU sigue sumando muertos en Irak. En las últimas 48 horas han fallecido cinco soldados, cuatro de ellos en tres ataques de los rebeldes cometidos ayer en diferentes zonas de Bagdad. La violencia se cobró también la vida de un ingeniero egipcio que fue secuestrado el viernes y cuyo cadáver fue encontrado por la policía en Tikrit. Ayer, además, venció el plazo dado por los secuestradores para matar a los cuatro pacifistas occidentales secuestrados el 26 de noviembre.

Dos de los militares norteamericanos fueron abatidos a tiros en el suroeste de Bagdad. Otro falleció por fuego de armas ligeras en el norte de la capital. El cuarto militar resultó mortalmente herido al estallar una bomba en el barrio de Azamiya. Un quinto soldado murió y 11 resultaron heridos el viernes en un ataque con coche bomba.

Nuevas voces trataron de interceder por los rehenes occidentales de la organización Grupo Pacifistas Cristianos, a los que la Brigada de la Espada de la Verdad amenazó con asesinar ayer sino eran liberados todos los presos detenidos en Irak. Desde El Cairo, el líder de los Hermanos Musulmanes, el islamista Mehdi Akek, pidió su liberación.